‘ESCENAS DE LOS PASTORCILLOS’





 escritas por
  Miguel Pacheco Vidal
Basada en diferentes obras sobre este tema

    adaptada por el autor para su utilización
              como ejercicio de lectura participativa
                                  en el taller de actividades del
                     centro de atención a drogodependientes
                                         CAS de Sants (Barcelona).


Representada en las navidades de 2005 y 2007)


NARRADOR.- MUY Buenas noches. LES HABLO EN NOMBRE DE LOS INTEGRANTES Del taller de teatro.
hemos pensado en felicitarles las fiestas de una manera especial, AUNQUE NO DESCONOCIDA: con una breve recreación de los tradicionales partorcillos, PARECIDA A OTRA QUE REPRESENTAMOS EN OTRA OCASIÓN.
ESTA VEZ, LO VAMOS A INTENTAR como ya empieza a ser costumbre entre nosotros: con una lectura participativa.
será necesario entonces, que intervengan algunos espectadores. Vamos a ver…
¿a quién le gustaría hacer de pastorcillo?  ¿y de demonio?
Les comento… LO QUE Hemos preparado para hoy, ES un breve número basado en ‘Els Pastorets’.
Un par de secuencias construidas a base de pequeños fragmentos Y ALGUNA INVENCIÓN NUESTRA en los que queda resaltada la resolución que, ante seriAs AMENAZAs, demuestran unos personajes entrañables de nuestra tradición, un grupo de simpáticos pastores que podemos ver descansando, ALGuno de ellos, despertándose…
así que… unos pastores dormitan; otros se desperezan. ninguno de ellos está advertido; todos ignoran la que se les viene encima, pues en aquellos alrededores de belén han de tener lugar ALGUNOS sucesos TAN IMPORANTES COMO inesperados.
RABADÀ.- Acércame el zurrón.
LLUQUET.- Toma.
RABADÀ.- Pero… ¿no debía estar más lleno?
ZACARIES.- Aquí pasa algo raro.    A mí me falta medio queso.
ROVELLÓ.- (Levantándose, amodorrado.) ¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? ¿Se puede comer ya?
LLUQUET.- (A continuación.) Aquí... Las once... y  no.
ROVELLÓ.- (Sorprendido.) ¿Qué quieres decir?
LLUQUET.- Como que has hecho tres preguntas de golpe, yo te doy tres respuestas de golpe también. Dices donde estás, y te digo, aquí; preguntas qué hora es, y te contesto, las once, y después dices si se puede comer, y te respondo que no.
ROVELLÓ.- ¡Tengo gaaana!
LLUQUET,- siempre igual… NO TIENES ARREGLO.
RABADÀ.- Por cierto… ¿no habrás echado tú mano al zurrón?
ROVELLÓ.- ¿Quién? ¿Yo?… Yo estaba durmiendo… (Quitándose las migajas de encima)
RABADÀ.- No sé, no sé… PERO MI ZURRÓN ESTABA LLENO A REBOSAR Y PESABA MUCHO. HA ADELGAZADO COMO POR ARTE DE BIRLIBIRLOQUE.
ROVELLÓ.- YO NO HE SIDO, YO NO HE SIDO. YO ESTABA DURMIENDO.
RABADÀ.- ¡YA, YA..!
ZACARIES.- YA QUE ESTAMOS EN ÉSTAS…¿No habréis visto por ahí mi medio queso?
rovelló.- ah… era medio… ¡ya decía yo! por eso me quedé con hambre.
ZACARIES.- ¿cómo dices?
rovelló.- nada, nada, que me he de arreglar la pelambre.
(Rovelló disimula silbando)
ZACARIES(A Rovelló).- como atrape al manilargo… en manicorto lo dejo, mira tú por dónde…
rovelló.- ¡bien hecho! yo lo mismo haría.
ZACARIES.- ¡MI POBRE QUESO! ¿QUÉ SERÁ DE ÉL?
ROVELLÓ.- DIFÍCIL SABERLO AHORA, CREO YO…
ZACARIES.- ¿no sabrás tú, POR CASUALIDAD, donde se esconde?
rovelló.- esconderse, esconderse, lo que se dice esconderse, no sé si se esconde. ahora bien, que del queso, bueno, que del medio queso, para ser más precisos, quede algo….
OTRO PASTOR.- ¡un ángel, un ángel! llega un enviado que la buena nueva nos viene a dar…
rovelló.- (Para sí) eso sí que es un ángel, que me vino a salvar…
ZACARIES.- ¡mi medio queso, pardiez!
Rovelló (A ‘OTRO PASTOR’).-  ¿un ángel? ¿dónde? ¡dime!
OTRO PASTOR.- aquí, presto ha de llegar, que ya ha anunciado en casi toda la comarca, menos acá.
RABADÀ.- Y VIENE CANTANDO.
OTRO PASTOR.- SÍ, VIENE CANTANDO  LO QUE HA DE SUCEDER EN UN ESTABLO QUE DE PALACIO HA DE HACER, PUES ALLÍ VENDRÁN UNOS REYES A ENTREGAR SUS OFRENDAS.
RABADÀ.- MIRA, AHÍ VIENE EL ÁNGEL…
(Entra el ángel y canta la buena nueva)
rovelló.- ¡UN ÁNGEL! ¿HABÉIS VISTO? ¡eso es un  ángel! ¡me ha salvado!
ZACARIES.- bien, bien, pero habíamos quedado en lo del medio queso…
rovelló.- ¡otra vez con el medio queso!... ¡y dale a la matraca! te pasa por delante un ángel QUE TE VIENE A DAR la buena nueva y tú, erre que erre, sin compasión, ENFRASCADO EN lo del queso… bueno, medio queso para ser más EXACTos… ¡QUE TAMPOCO HAY PARA TANTO, DIGO YO!
OTRO PASTOR.- ¡yo voy a belén!
lluquet.- ¿SABES QUÉ TE DIGO? ¡QUE yo también!
rovelló.- ¡Y YO! (A Zacaries) ¿ves? ¡todos HACIa belén! ¡A RECOGERLO TODO Y EN MARCHA!
ROVELLÓ (A ‘Espectador Pastor’).- Y TÚ, ¿quÉ DICES?
ESPECTADOR PASTOR.- ES QUE ESTABA YO ENTRE EL PÚBLICO
                               DORMITANDO EN MI BUTACA
                               MÁS TIESO QUE UNA ESTACA
                               Y UN TANTO EN PLAN ABÚLICO.
ROVELLÓ.- ¡ANDA, SI LE HA SALIDO EN VERSO!
LLUQUET.- ¡ES CIERTO! PARECE TEATRO DE VERDAD.
ROVELLÓ.- PUES SI ES VERDAD QUE EN VERSO VERSA,
                ME VIENE LA CORAZONADA,
                QUE IDEAR NO VA A COSTAR NADA
                LO MISMO PERO A LA INVERSA.
ESPECTADOR PASTOR.- ES QUE ESTABA EN PLAN ABÚLICO
                               MÁS TIESO QUE UNA ESTACA
                               DORMITANDO EN MI BUTACA
METIDO YO ENTRE TANTO PÚBLICO
LLUQUET.- ¡PUES SÍ QUE HA SIDO CAPAZ
                DE LA VUELTA DAR AL ASUNTO!
ROVELLÓ.- FÍJATE TÚ HASTA QUÉ PUNTO
DA DE SÍ ESTE JODIDO CAS(1).
ZARARIES.- ¿Y MI QUESO, QUÉ?
ROVELLÓ.- MEDIO QUESO…
(Quiere salir corriendo, pero se ve sorprendido por Satanás que entra haciendo grandes aspavientos)
lluquet.- ¡quieto, zoquete!
ROVELLÓ.- ¿Quién SERÁ éste?
LLUQUET.- No sé… Tiene aspecto de ser alguien importante…  Un político, quizás.
RABADÀ.- No los he visto yo tan desenfrenados…
ZACARIES(A Rovelló).- ¡Mi medio queso!
rovelló(A Zacaries).- ¿es que sÓlo ESTÁS DISPUESTO A zampar y zampar?
zacaries.- que no me engañas…
ROVELLÓ.- mira como eres…
lluquet.- ¡queréis callaros los dos! ¡esto no me gusta nada! ¡ese individuo es muy extraño! ¡estad atentos!
rovelló.- ¿atentos a qué?
lluquet.- ¡que te calles!
SATANÀS.- (Sin hacer caso de ellos y con  grandes movimientos de brazo) ¡Condenación! ¿Será cierto? ¿Será verdad que el Cielo quiere avergonzarnos y hundirnos aún más?
NARRADOR.- ¿Qué les decía yo? parece ser que las cosas son así, pocos son los que se libren de toparse en su vida con algún inconveniente que le estropee su tranquilidad. POCO DURA LA ALEGRÍA EN CASA DEL POBRE. YA ESTABAN EN CAMINO HACIA BELÉN, CUANDO SE LEs CRUZA LA PRIMERA Y GRAN AMENAZA.
RABADÀ.- ¿QUIÉN PUEDE SER?
ROVELLÓ.- ¿Qué hace, ahora?
LLUQUET.- Me parece que cuenta las moscas que pasan.
RABADÀ.- ¿No estará bailando una jota?
SATANÀS.- ¡Y Lucifer todavía no ha vuelto! Ah; la rabia me arrebata, pero si las nuevas que él me traiga confirman esta terrible sospecha, sabrán el cielo y la tierra y todo bicho viviente del poderoso empuje de mi ira. ¡Maldita sea la virtud!
ROVELLÓ.- ¿Qué ha dicho de l’estatut…?
LLUQUET.- ¡Calla!
ROVELLÓ.- Nada bueno, seguro…  TE LO DIGO YO… ¿No notas una peste a azufre…?
ZACARIES.- Debe usar mixtos de los de antes….
LLUQUET.- ¡Callad! A mi me huele a chamusquina.
ZACARIES.- LOS OJOS LE SALEN DE LAS ÓRBITAS DE RABIA E INDIGNACIÓN.
RABADÀ.- Y SALTA COMO UNA RANA…
rovelló.- Le deben oler los pies. Yo tengo una tía que le pasaba algo así…
LLUQUET.- ¡OS QUEREIS CALLAR DE UNA VEZ!... ¡COMO NOS OIGA, ESTAMOS PERDIDOS!
ROVELLÓ.- NO… SI SOLO DECÍA LO DE MI TíA PORQUE…
LLUQuet.- ¡QUE TE CALLES!
SATANÀS.- Todas mis fuerzas se alzarán como un solo hombre, si lo profetizado se llega a cumplir. ¡Ya está aquí!
(Baja LUCIFER cabalgando sobre un dragón volador, dejando un rastro de fuego)
ROVELLÓ.- (Por el dragón.) ¡Ay, qué miedo! ¿Qué es esto?
LLUQUET.- ¡Por la cara parece una langosta! ¡Ah, no! ¡Si es un dragón!
ROVELLÓ.- ¡Ahora sí que me parece que la hemos fastidiado!
RABADÀ.- ¿Y si nos vamos? (Se va prudentemente, con todos los pastores, menos Lluquet y Rovelló))
LLUQUET.- Espera a ver qué le dice.
LLUCIFER.- ¡Salud, Rey del Averno!
ROVELLÓ.- ¡EMPEZAMOS BIEN!
LLUCIFER.- HONRA A TI, SEÑOR DE LAS TINIEBLAS.
SATANÀS.- No me vengas con monsergas NI CON EXAGERACIONES, que la paciencia se acaba. Dime: ¿qué hay? ¿Qué se comenta por el mundo?
LLUCIFER.- Ah! cómo me place oír
esa palabra tan ardiente!
Te creían caído en la pendiente,
mas se habrán de arrepentir.
OTRO DEMONIO.- YA QUE HOY MUCHOS ANHELAMOS
                EMBESTIR EN FIERO COMBATE
                COMO UN INMENSO MAR QUE LATE
                CONTRA EL CIELO QUE TANTO ODIAMOS.
LLUCIFER.-  Porque, si los cielos tiranos,
del infierno rompen la viga,
ya puedes cerrar tu cantina
por ausencia de parroquianos.
SATANÀS.- ¡Quiero ganar y ganaré!
Pues si mi poder desconoce;
antes sentir del suyo el roce,
frente al cielo me alzaré.
REUNIRÉ TODAS MIS HUESTES
PARA TAN SANGRIENTA BATALLA
AL PODER DEL BIEN DARÉ TRALLA.
CABAL SERÁ QUE POR MÍ APUESTES.
LLUCIFER.- Muy bien dicho... Pero, ¿qué veo?
Allí se esconden dos zagales.
(Por LLUOUET' i ROVELLÓ.)
ROVELLÓ.- ¡Y que me caigan tantos males!

LLUQUET.- ¡Mira, Rovelló, que es feo!
SATANÀS.- ¡Maldita sea! Tienes razón!
Ya me había olvidado.
Y todo habrán escuchado.
ROVELLÓ.- ¡Ay, Lluquet!
LLUQUET.-                  ¡Ay, ay, Rovelló!
LLUCIFER.- Vosotros dos vais a pagar
tanta furia e indignación.
SATANÀS.- ¡Venid, acercaros los dos!
LLUQUET.- No se moleste... puede hablar.
POR NUESTRA PARTE, SIGA, SIGA
NO PONDREMOS INCONVENIENTE
PORQUE NO SOMOS DE ESA GENTE
QUE EN AJENAS VIDAS FISGA.
LLUCIFER.- ¡VAYA PAREJA DE INSENSATOS!
                OSAN ENFRENTARSE AL AVERNO.
                MUÉSTRALES TU PODER ETERNO
                Y SERÁ UN PAR DE TIMORATOS
ROVELLÓ.- LLUQUET, ¿LES HABRÁS CONVENCIDO
                CON TU PALABRA TAN RESUELTA
                O LE ESTÁN BUSCANDO LA VUELTA
                PARA DARNOS LO MERECIDO?
LLUQUET.- NO VALEN RAZÓN NI INSISTENCIa
                para gente tan obstinada
rovelló.- nuestra suerte, lluquet, está echada.
lluquet.- habremos de tener prudencia.
SATANÀS.- Acercaros ya, en seguida,
si no preferís que os chafe, 
que os reviente  y os aplaste
como a una ingenua hormiga
OTRO DEMONIO.- ¿LOS COCINO ASÍ, TAL CUAL,
O, BIEN METIDOS EN LA POTA,
LOS CONVIENTO EN TERRACOTA
COMO LOS GUERREROS DE XIÁN?
ESPECTADOR DEMONIO,- ¿los preparo a la parrilla?
¿los doro, cuezo o los abraso?
¿en sus gemidos los amaso
o los horneo cual arcilla?
ROVELLÓ.- ¡Ay, que me invade un gran pavor!
LLUQUET.- Haz como yo: hazte el valiente.  (Acercándose, resuelto, a SATANÀS.)   ¿Me llamaba?

LLUCIFER.-                                       ¡El muy insolente!
LLUQUET.- ¿Qué decía?
ROVELLÓ.-                                ¡Ay, Rovelló!
SATANÀS.- Vuestro castigo será eterno,
Pues mientras íbamos hablando,
estabais ambos escuchando
los propósitos del infierno.
LLUQUET.- Disculpe, eso no es verdad.
ROVELLÓ.- ¡Que nos asan como a un tordo!
SATANÀS.- ¿Cómo dices?
LLUQUET.-                        Es que soy sordo
y no me pude enterar.

NARRADOR.- Nuestro zagal se escabulle.
El infortunio presintiendo,
hacia el bosque sale huyendo,
por senda que su miedo intuye.
En su escape apresurado,
acompañado de su amigo,
va al encuentro de un abrigo
que salve del furor astado.
Mas el destino bienhallado
en su camino les permite,
entre amigos, el envite
de tener un final cantado.

(Han llegado a un lugar donde un grupo de pastores, formando un coro, se dispone a cantar. Lluquet y Rovelló se mezclan en el grupo y cantan también. Entretanto, Satanás y Lucifer, con dos palmos de narices, permanecen enfurecidos)

NARRADOR(Al acabar la canción).- Y COLORÍN COLORADO,
¡ESTE CUENTO SE HA ACABADO!

F I N
(1) Este pequeño fragmento fue  preparado para su ejecución en forma de lectura participativa el día 20/12/2007, en el CAS de Sants (Barcelona)